La salud como prioridad

En una ocasión, escuché las sabias palabras de un médico mexicano durante una entrevista que resonaron profundamente en mi mente. Su mensaje era claro y contundente: «Los médicos tratamos enfermedades. La salud depende y es completa responsabilidad del paciente». En este artículo, deseo compartir esta perspicaz reflexión y explicar por qué la encuentro tan relevante.

En primer lugar, es innegable que los médicos desempeñan un papel fundamental al tratar enfermedades, recetar medicamentos y ofrecer orientación sobre hábitos y procedimientos para mejorar la salud. Sin embargo, su enfoque se limita a esta área específica.

Somos los pacientes quienes tenemos el control sobre nuestras decisiones, las cuales pueden acercarnos o alejarnos de la meta de vivir en equilibrio y con buena salud. Por lo tanto, es crucial comprender esta diferencia, ya que nuestra salud y bienestar recaen en gran medida en nuestras manos. El poder para mejorar nuestra vida comienza con la educación y la adopción de hábitos saludables, incluso aquellos aparentemente pequeños que prolongan nuestra salud y aseguran una vida plena.

La Historia de Sofía: Un Ejemplo Revelador

Permítanme compartir una historia que ilustra este punto de vista. En una familia numerosa, donde la diabetes había sido una presencia constante en la rama materna durante años, se encontraba Sofía, la hija mayor de tres hermanos y madre de tres hijos. En ese momento, tenía 35 años y frecuentaba a su madre, a quien llamaremos Rosario y a su tía Carolina, ambas afectadas por la misma enfermedad. Estas dos mujeres representaban para Sofía un ejemplo de cómo vivir con esta condición.

Sofía estaba tan convencida de que heredaría la diabetes que simplemente se resignó y descuidó su salud. Cedió a los placeres de los carbohidratos refinados y azúcares en exceso, sin considerar las consecuencias. Lo irónico es que, a pesar de ser tres hermanos hijos de Rosario, solo Sofía desarrolló la enfermedad.

Entonces, ¿cómo sucedió esto? La razón principal fue la influencia. La constante exposición de Sofía a la rutina de consultas médicas, la dieta y los sacrificios que sus familiares enfrentaban en su lucha contra la enfermedad se convirtieron en su propia profecía. En lugar de buscar mejorar su salud o considerar alternativas para prevenir la diabetes, se resignó a su destino.

Cuando finalmente recibió el diagnóstico de diabetes a los 36 años, en lugar de sentirse afligida, parecía ansiosa por unirse al «clan diabetes», como lo llamé en aquel momento. En la actualidad, Sofía vive con la enfermedad, dependiendo de medicamentos y tratamientos que, en última instancia, no mejoran su salud, sino que simplemente la mantienen a raya.

El Poder de la Conciencia y la Elección

No deseo menospreciar la gravedad de la diabetes ni juzgar las decisiones de Sofía; ella actuó como mejor pudo en ese momento. Sin embargo, esta historia resalta la importancia de adquirir conocimiento sobre nuestro propio cuerpo y tomar decisiones informadas.

El objetivo es crear conciencia sobre la importancia vital de comprender nuestro cuerpo y tener el poder de tomar decisiones conscientes. El conocimiento y el criterio nos devuelven el control sobre nuestra salud y pueden cambiar el curso de lo que parece inevitable.

La idea de adquirir conocimiento es para protegernos y proteger también a nuestros seres queridos. Para que no se conviertan en víctimas de la ignorancia.

Frank Suárez

¿Es Sofía una Víctima de la Ignorancia?

Dejo la respuesta a esta pregunta al criterio del lector, ya que entiendo que a menudo actuamos según nuestras mejores intenciones. No obstante, quiero transmitir un mensaje importante: nuestras decisiones, tanto las que tomamos como las que no, tienen un impacto significativo en nuestras vidas. Puede parecer paradójico, pero al reflexionar sobre tu propia vida, comprenderás su profundo sentido.

Espero que este relato te inspire a adoptar un enfoque diferente para vivir, uno que se adapte a tu singularidad, sistema de creencias y te brinde satisfacción y bienestar. Tu salud debe prevalecer sobre las opiniones, incluso las de expertos. El tener criterio marca la diferencia y cuestionar es esencial para nuestro propio bienestar.

Recuerda, está bien disentir; la belleza de la vida radica en su diversidad y en cómo elijas interpretarla.

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