La Gratitud

Es una cualidad hermosa que se cultiva con el tiempo, tomando forma a través de las experiencias y desafíos que encontramos en este viaje llamado vida. A menudo, asociamos la gratitud con la apreciación de las cosas no materiales y el reconocimiento del papel fundamental que juegan los demás en nuestro bienestar emocional. Sin embargo, en esta ocasión, quiero explorar la idea de ser agradecidos con nuestros propios procesos.

Aprender a ser agradecidos ante las circunstancias que parecen menos favorables es una habilidad que vale la pena desarrollar. Esta capacidad nos beneficia de manera significativa, especialmente cuando enfrentamos desafíos que pueden sumergirnos en la tristeza, el agotamiento o la incertidumbre.

Hablarnos a nosotros mismos con amabilidad, aprecio y validación, reconociendo el esfuerzo que realizamos en medio de desafíos, puede marcar una gran diferencia. Esto puede evitar que un desafío nos secuestre nuestra amígdala cerebral (como lo describe el psicólogo Daniel Goleman), permitiéndonos mantener el control de nuestros impulsos y tomar decisiones más calmadas y reflexivas.

La gratitud encierra un significado fundamental: cada día que amanece, tienes una nueva oportunidad. Una oportunidad para mejorar, para intentarlo de nuevo y para aprender de las experiencias, por más difíciles que sean.

A menudo, tu cuerpo y mente agradecerán que te tomes unos minutos al día para expresar gratitud por lo que tienes: por tus logros, tus desafíos y todo lo que conforma tu vida. Este acto simple puede generar una poderosa fuerza de atracción hacia cosas positivas. Verás que, con el tiempo, este hábito puede transformar tu perspectiva de la vida de manera significativa.

El 91,4% de las cosas que nos preocupan, no llegan a suceder nunca.

Marian Rojas Estapé

Preocuparse en exceso no resuelve las situaciones; de hecho, puede empeorar nuestro enfoque para encontrar soluciones óptimas. En lugar de «preocuparnos», podríamos considerar el término «pre-ocuparnos». Esta palabra suena más productiva y nos recuerda que vivir un día a la vez es realmente así: tenemos el presente y eso es lo que importa. Aprende a disfrutar de cada momento.

Por supuesto, es importante recordar que algunos desafíos pueden ser abrumadores, y buscar ayuda o apoyo profesional es un acto de amor propio y cuidado personal. Tener un equilibrio mental significa saber que, pase lo que pase, estaremos bien y que siempre hay una oportunidad para aprender y crecer a partir de nuestras experiencias. La gratitud es una poderosa herramienta para ayudarnos a mantener este equilibrio y enfrentar la vida con resiliencia y serenidad.

No estropees lo que tienes deseando aquello que no tienes; recuerda que lo que hoy tienes alguna vez fue aquello que deseaste. 

Epicuro

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